El perfil de Catalina Chervin (Corrientes, 1953) es el segundo de nuestro álbum de artistas. Durante los últimos 35 años, Catalina repartió su vida y su práctica artística entre Buenos Aires y Nueva York.
"A Catalina la ciudad se le queda pegada en los ojos, en la mente, le insufla un aliento vital que se mantiene a pesar de las idas y vueltas, de Corrientes a Buenos Aires y de Buenos Aires a todos lados. Estudia medicina pero se recibe de óptica. Con hijas todavía muy chicas se queda sola. Le regala el título a su madre para que lo cuelgue o lo guarde en el cajón y, fiel a su espíritu, se empuja sola hacia adelante: hacia los museos, las galerías, las redacciones, en suma, hacia el papel en blanco. Dibuja paisajes para vender como postales. Dibuja con frenesí, abarrota personas diminutas unas sobre otras. Otras veces son flores, o simplemente la cadencia vacía de letras de una escritura que se asemeja al ritmo de las pulsaciones en un electrocardiograma. No quedan dudas, la suya es una escritura del corazón.” escribió Julia Villaro mientras registrábamos a Catalina en su taller, en este caluroso verano de 2025.